28 noviembre 2007

Agatha en el Nilo

A lo largo de su prolífica carrera como escritora de novela negra, Agatha Christie se fue ganando el favor de los lectores con sus complicadísismos casos y sus resoluciones absolutamente inesperadas. Alrededor de 80 novelas publicadas y más de dos mil millones de libros vendidos en todo el mundo alavan su talento y su capacidad de 'enganchar' al lector para introducirlo en tramas tan complejas como atractivas. Muerte en el Nilo, del año 1937, confirma una vez más su acertado sobrenombre de Reina del Crimen ofreciendo un caso de asesinato envuelto en una historia de celos y en el marco exótico del misterioso río Nilo. Al igual que en títulos como Asesinato en el Orient Express, el crimen se produce en un ámbito cerrado, en este caso un barco, y el número de posibles asesinos es tan limitado como el número de pasajeros a bordo. Como no podía ser de otra manera, uno de los viajeros es el eficaz detective Hércules Poirot, personaje habitual en las novelas de Christie, que se encarga de dirigir el caso y de dar, en las últimas páginas del libro, los detalles de cómo y quién cometió el crimen.

Pero el secreto del éxito de las novelas de Agatha Christie no sólo recae en la sorprendente solución de los casos, sino en como cada detalle que se describe a lo largo de toda la novela acaba formando un puzzle perfecto que acaba siendo la solución; y es que la autora inglesa se caracterizaba por 'jugar limpio' en sus escritos y no sacarse nada de la manga al final para sorprender al lector, sino que todos los datos que posee el detective también los posee paralelamente el lector, con lo que debería ser posible adivinar el nombre del asesino. A pesar de todo, los crímenes de Agatha Christie son famosos por su imposibilidad de resolver antes de terminar de leer el libro y Muerte en el Nilo no es una excepción.

La obra puede dividirse en dos partes: antes y después del asesinato. En la primera se describe la situación y se van conociendo los diferentes personajes. Cuando se está leyendo puede parecer una parte meramente descriptiva, pero cuando acabas el libro, descubres que cada escena, cada comentario, cada pequeño detalle de esta primera parte es fundamental para entender la solución del crimen. En esta parte se introduce al personaje principal, Linnet Ridgeway, una joven multimillonaria que deslumbra con su belleza por donde quiera que va. Un buen día recibe una llamada de una vieja amiga, Jacqueline de Bellefort, que le confiesa haber encontrado el verdadero amor en un joven campesino llamado Simon Doyle, pero que éste necesita un puesto de trabajo, por ello le pide a Linnet contratarlo como jardinero. Al poco tiempo las cosas han cambiado: Simon rompe con Jacqueline y se casa con Linnet.

Los acontecimientos ocurren durante su luna de miel en un crucero por el Nilo, donde casualmente se encuentran con Jacqueline que intenta hacerles la vida imposible con su presencia. En el mismo barco viaja la sirvienta de Linnet, su asesor financiero, un arqueólogo italiano, un socialista convencido, un italiano y su madre, una anciana aristócrata con su enfermera particular y su sobrina, una escritora fracasada y su hija, un doctor, un coronel y el detective Hércules Poirot. Durante la primera parte del libro Poirot va conociendo a todos los viajeros y se van exponiendo diferentes situaciones más o menos normales hasta que una mañana Linnet Ridgeway aparece asesinada en su camarote.

La segunda parte comienza tras el asesinato y en ella el detective Poirot, con ayuda del coronel Race, inicia una investigación detallada de los hechos. Conforme avanzan las páginas las pistas se sucecen y el caso parece cada vez más complicado: falsas pistas, contradicciones, culpables que tienen una buena coartada... lo que parece irresoluble acaba teniendo una fantástica y sorprendente resolución que se desvela, como en casi todas las novelas de Agatha Christie, en las últimas páginas del libro, manteniendo la tensión en el lector hasta el último momento.

Muerte en el Nilo es una obra maestra de la novela negra de la que se hizo una versión cinematográfica en 1978 de la mano de los mismos productores que años antes habían cosechado un gran éxito con Asesinato en el Orient Express, también basada en la novela de Agatha Christie; pero la película no fue capaz de alcanzar la perfección del libro, en el que la tensión aumenta progresivamente conforme se avanza, de tal manera que al final las páginas no se leen, se devoran.

11 noviembre 2007

Olé-Olé: muere la posibilidad

La última y olvidable etapa de Olé-Olé ha llegado a su fin, según publicaba el diario digital Popes80 la semana pasada. El disco 'Grandes éxitos y otras terapias de grupo', publicado hace unos meses, ha resultado ser un fracaso en ventas y repercusión, lo cual ya se preveía dada la pésima calidad del álbum. Y es que regresar es todo un riesgo aún haciéndolo bien, pero si encima se hace mal, el estrepitoso resultado es más que predecible. Pero, como he dicho, debemos olvidar esta última etapa para establecer el verdadero final de la banda allá por el año 1993 cuando el público no supo entender a un Olé-Olé maduro, con la que probablemente fuera su mejor vocalista y con unas canciones mucho más avanzadas en composición y producción. Se trata del álbum 'Al descubierto'.

Sonia Santana entró en Olé-Olé tras resultar vencedora en el concurso que la banda convocó a través de la revista El Gran Musical tras la decisión de Marta Sánchez de abandonar el grupo y emprender una exitosa carrera en solitario. La cantante canaria ofrecía, al igual que sus predecesoras, una imagen impactante con una gran voz, que en este caso era capaz de parecer aterciopelada en algunos puntos de las canciones pero rota y desgarrada en otros. Con este amplio registro vocal Gustavo Montesano y Marcelo Montesano compusieron una serie de temas de corte elegante y majestuoso que se acompañarían de unos arreglos absolutamente sublimes para crear 'Al descubierto', una obra maestra que nadie entendió.

Por primera vez desde su creación Olé-Olé no había hecho un producto comercial (algo nada criticable) para atraer la atención del público; la producción estuvo absolutamente cuidada y la voz de Sonia encajaba a la perfección con la idea del álbum: temas sensuales con sonidos muy seductores como el del saxo, que fue un instrumento imprescindible en prácticamente todas las canciones del disco. El primer sencillo fue 'No mueras posibilidad', una balada frágil y sensual donde Sonia demostraba su capacidad de susurrar al oído a la vez que cantaba; su presencia en el escenario también demostraba sus grandes cualidades, ya que la pelirroja supo estar a la altura de Vicky Larraz o Marta Sánchez (anteriores vocalistas de Olé-Olé) e incluso superarlas.

(Vídeo de 'No mueras posibilidad')

El segundo sencillo, 'Volaba yo', era un tema casi experimental, pero no por ello menos brillante. Unos violines conformaban la base sinfónica de la canción junto a una percusión que subía y bajaba en los momentos adecuados para potenciar aún más la voz de la cantante, que narraba una historia de fantasía y amor. Se trata probablemente del tema con la mejor producción del disco, en el que lo sinfónico y lo pop encajan a la perfección para dar lugar a una canción muy ambiental y sensual a la vez (aún prescindiendo del saxo).

(Audio de 'Volaba yo')

Uno de los pocos temas más movidos del disco quedó para tercer sencillo, cuando las cosas empezaban a verse oscuras por las ventas y la poca repercusión, aunque aún quedaban muchos cartuchos por quemar, como el de 'Pero también te deseo', que recupera la fuerza característica de los mejores tiempos de Olé-Olé pero envuelta en un halo de elegancia y glamour. Sonia Santana sacaba a relucir su lado más salvaje en los estribillos y volvía a la ternura en las estrofas; en esta canción terminó de convencer (por si quedaba alguna duda) de su magnífica voz y su carisma.

El último single del disco fue 'Adiós', una canción que prácticamente no se escuchó ya que el final de la banda era inminente. Se produjeron algunas desavenencias entre Sonia y la banda, acontecimientos que desencadenaron el despido de la vocalista y la posterior separación del grupo. Fue un final triste, ya que siempre es triste tener que despedirse justo después de hacer el mejor disco de tu carrera.

08 noviembre 2007

Nuevo Laguna: un Renault 'premium'

Inauguro una nueva categoría en la Jungla de Metal para compartir el monopolio que hasta ahora había tenido la música en el blog con otro mundo no menos apasionante: el motor. Esta es la primera de una serie de entradas que os enseñarán lás últimas novedades en cuanto a automóviles se refiere; una forma de descubrir las más interesantes propuestas del sector de las cuatro ruedas.

El nuevo Renault Laguna merece presidir este acto inaugural. Con dos exitosas generaciones a sus espaldas el Laguna ha sabido mantenerse como una de las berlinas preferidas por las familias que quieren un coche confortable, fiable, seguro, espacioso y con gran maletero, todo eso sin caer en los 'huevos' (también denominados monovolúmenes). A todas estas cualidades se suman en esta última generación placer de conducción, calidad 'premium' y deportividad, unas bazas con las que el nuevo Laguna pretende alzarse como uno de los tres mejores vehículos de su segmento, cosa que no tiene fácil.

El trono, en lo que a berlinas medias se refiere, ha estado ocupado, casi históricamente, por las tres grandes marcas ‘premium’: Audi, con el A4; BMW, con la serie 3; y Mercedes, con la Clase C. En su última generación, la berlina de BMW ha bajado ligeramente su nivel de categoría, con un diseño y unos materiales interiores menos cuidados, lo que ha alimentado la esperanza de las marcas generalistas por ocupar su puesto entre ‘los tres mejores’. Los competidores a los que Renault se enfrenta para destronar a la Serie 3 no se lo van a poner nada fácil: el veterano Volkswagen Passat, el recién estrenado Ford Mondeo o el inminente Citroën C5 han puesto toda la carne en el asador en materia de tecnología, diseño e, incluso, algunos matices de exclusividad para codearse con los mejores.

El principal motivo que da Renault para la elección de su Laguna es, como siempre, una excelente relación calidad/precio aunque haciendo esta vez especial hincapié en la calidad, que en este nuevo modelo alcanza niveles propios de un segmento superior. El modelo que he podido probar ofrecía un espacio interior nada desdeñable, a pesar de que otras marcas ofrecen un auténtico mastodonte (el Mondeo de Ford) con un enorme espacio interior pero no tan bien rematado. El salpicadero es comparable al de un BMW de categoría superior, con los botones necesarios (ni más ni menos) y todo con un tacto y un funcionamiento sublime. En cuanto a las plazas traseras ofrecen el espacio necesario, aunque no sobrado, para que viajen tres personas cómodamente (aunque el del medio siempre se lleva la peor parte).

En cuanto a mecánicas y equipamientos, el Laguna dispone en su lanzamiento de dos mecánicas de gasolina (2.0 140CV y 2.0 170CV) y dos diesel (1.5 dCi 110CV y 2.0 dCi 150CV). Para enero del año próximo se añadirán el 1.6 110CV de gasolina y el 2.0 dCi 130CV y 2.0dCi 170CV en diesel, además de la carrocería Grand Tour (familiar). Pero la gama no se terminará de completar hasta la primavera con la llegada de la versión GT, que promete un comportamiento deportivo asociado a dos supermotores 3.0 V6 de gasolina y diésel que podrían desarrollar más de 200CV y que dispondrán de toda una novedad en los coches de calle: las cuatro ruedas directrices. Además, para esa fecha se espera la llegada del Laguna Coupé, con el que Renault se estrena en el segmento de las berlinas coupés y que pretende competir con el Peugeot 407 Coupé.

La versión que pude probar la pasada semana, a tan sólo unos días desde su lanzamiento, estaba propulsada por el 2.0 dCi 150CV, que mueve al Laguna con una soltura excepcional y una aceleración más que satisfactoria. En contra de lo que muchos auguraban en cuanto al eje trasero torsional y no multibrazo, la agilidad del chasis es sorprendente en curvas, ya que se agarra a la carretera como un imán con un balanceo de carrocería prácticamente imperceptible. Otro punto importante es lo poco que el motor se oye en el interior, lo que lo convierte en el coche mejor insonorizado de su segmento y, por lo tanto, con un gran confort de marcha incluso a altas velocidades. El equipamiento del modelo de prueba, con acabado Privilège, sin ser el más alto (el Initiale llegará en enero) ya trae de serie elementos de lujo como el radar de proximidad trasero, los faros Bi-xenon direccionales, cargador de 6 cd’s con lector de mp3, tapicería mixta cuero-carbón oscuro, llantas de 17 pulgadas... y todo a un precio de 27.684€.

En definitiva, un coche que ofrece el equipamiento de un ‘premium’, con un nivel de acabado equiparable y a un precio accesible a muchos más bolsillos, porque desde 20.850€ tienes un Laguna.

Más información en:


17 octubre 2007

Casal Único

Hace casi un mes que se cumplía el obituario de un gran artista: Tino Casal. Hace 16 años que la muerte se cruzó en su camino de manera definitiva. Pero no es un aniversario de muerte la excusa para hablar de alguien tan especial, no es necesario que sea el 22 de septiembre para homenajearle porque sobran motivos para hablar de él y de su obra cualquier día del año.

Tino Casal fue el 'rey de la movida', postulando probablemente los ideales y la estética que más tarde adoptarían los protagonistas del movimiento, con Alaska a la cabeza; pero como ella misma confiesa en el criticado documental 'Gran Casal: Me como el mundo', "Cuando algo se ponía de moda, Tino ya llevaba mucho tiempo haciéndolo". Muchos lo han definido como un adelantado a su tiempo, un visionario; mi visión particular hacia él es la de un hombre que creía en el gusto por lo estético, por el glamour y por los detalles en todos los ámbitos, alguien que creía en el ESPECTÁCULO en el más amplio sentido de la palabra. Probablemente, este gusto por el espectáculo se viese más adelante convertido en moda, tendencia, etc. pero lo suyo no era una moda, era una actitud.

Si hay una frase que puede definir a la movida madrileña esa es "la provocación por la provocación". Tino escapaba a esa vanal forma de llamar la atención porque sí, era superior a ella. Su modo de vestir, de actuar, de pintar, de componer, de crear... no eran provocación, eran las partes de un todo que conformaban su visión particular del arte, era su manera de vivir, su forma de expresarse,su filosofía de vida; Tino no era un personaje, era una persona.

Para Tino, reinventarse era esencial, y no sólo artísticamente, sino personalmente. Tino cambiaba de look no para salir en la televisión, sino para vivir de una nueva manera. Un claro ejemplo es, entre sus muchas etapas artísticas, la época de 'Lágrimas de cocodrilo', un disco que meditó muchísimo y del que cuidó hasta el más mínimo detalle: la producción era excelente con un barroquismo especial en su sonido; la estética no podía ser más majestuosa con el seductor bastón y las elegantes túnicas con partes de leopardo; las actuaciones lo reflejaban todo con una puesta en escena increíble: candelabros, telarañas, columnas clásicas, indumentaria de los músicos, un micrófono característico, juegos de luces... Hasta el más mínimo detalle estaba cuidado para que nada se debiera a la casualidad y ofrecer no una actuación común, sino un espectáculo.

Tino era así, único.

Más información sobre Tino Casal en:

18 septiembre 2007

Las discográficas no dan la felicidad

En la famosa movida madrileña no era todo tan alternativo como puede parecer desde nuestros días. Conseguir que tu banda despuntara no era coser y cantar. Tocar en algún garito, llenarlo, impresionar... no era nada fácil como puede parecer en documentales y películas que emulan aquellos años. Vivir al margen de las compañías discográficas no era fácil, de hecho, ellas manejaban el mundo musical prácticamente como ahora (eso sí, haciendo mucho más dinero). Corrían tiempos de creatividad, de exaltación de la cultura urbana, de provocación... y puede parecer desde lejos que 'pasar' de las sendas comerciales podía ser incluso más auténtico y moderno sin estar reñido con la falta de éxito; puede parecer desde nuestros días que, dando la voz de alarma, todo el mundo acudía al local de actuación y el éxito era rotundo. Pero en la movida los fracasos también existían.

La calidad en el sonido, en los arreglos, en las letras o en la voz parecía tener poca importancia en unos años en los que lo importante era romper con lo establecido. No era ese el caso de Los Cardíacos, un grupo que puede llegar a considerarse como uno de los mejores de nuestro país en los años ochenta, pero que por las injusticias (en la idealizada movida también las había) del mercado musical no llegó a despuntar más allá de los límites de su provincia. Madrid, Barcelona y, con menor importancia, Valencia eran las capitales de la eclosión cultural del momento y, desgraciadamente, no estar afincado en alguna de estas ciudades hacía que tu proyecto musical pasara a un segundo plano. El error de Enrique Giménez, Toño Segura, Juan Carlos Suárez y Macario Pérez (Los Cardíacos) fue no salir de su ciudad, León, e intentar desde allí lograr un éxito que no se conseguía sólo haciendo musica de calidad. Las discográficas no llegaron a interesarese por ellos hasta después de autoproducirse su primer álbum, irónicamente titulado Las discográficas no dan la felicidad. Con la compañía Fonogram llegaron los singles Salid de noche y Noches de toisón. Como no podía ser de otra manera, DRO comercializó sus siguientes discos, que pasaron con más pena que gloria en la escena musical nacional...

Aún así, Los Cardíacos nos dejan un buen puñado de discos por descubrir con grandes canciones por encontrar. Entre ellas, se encuentra Pánico en el Hospital, editada casualmente en el mismo año en que otro 'Pánico' (el del Edén, de Tino Casal) se convertía en la sintonía de la Vuelta Ciclista a España 1984. Una canción que rebosa buen gusto, con ironías en su letra (al más puro estilo movida) pero con cierta frescura y buen rollo; es lo que yo denomino "una canción que te hace sentir bien". Con descubrimientos como éste es necesario reflexionar acerca de lo que conocemos y lo que no, de cuántos grupos surgieron en aquellos trepidantes años y cuántos nos dejaron escuchar, de si lo que tuvo éxito fue realmente lo mejor o si, como en este caso, los buenos no salieron a flote... Y es que nunca es tarde para dejarse sorprender por una buena banda.

(Audio de Pánico en el Hospital)

http://www.stickam.com/editMediaComment.do?method=load&mId=176530626

14 septiembre 2007

Vuelve la fiebre disco

Los pantalones de campana y las camisas ajustadas van a volver a ponerse de moda, y es que las discográficas, ante esta evidente crisis de creatividad, han decidido tirar de un estilo musical que estaba considerado incluso hortera: el disco.

Aunque ¿cómo podemos referirnos a la música de baile de los 70 y 80 como cutre cuando en el nuevo milenio bailamos el Aserejé, Los Micrófonos o cuando Georgie Dann se caga en tó? Llegados a este punto nos queda decir lo de Karina: "cualquier tiempo pasado parece mejor..." y el tiempo está demostrando que realmente lo fué. En el 2007 se confirma de manera genérica lo que muchos ya sentíamos, la nostalgia por la música disco. Son las compañías las que se han encargado de crear ese sentimiento y están intentando explotarlo al máximo.

La más clara muestra de esta vuelta al pasado es el doble lanzamiento de los temas más comerciales y pegadizos de la música de baile de los 80 bajo el pseudónimo de Soraya. Y es que este producto de la factoría Operación Triunfo (que ha demostrado no ser la gallina de los huevos de oro) no sabía, o mejor dicho, no sabían como encasillarla. El problema es que tiene aptitudes de cantante de música de baile, pero ¿quién vende ahora discos como cantante dance? Pues ahí tienes el Don't stop the music, baby, Miles de estrellas, Etymon es el rey, etc... de Rosa, que no dan todos los frutos que debieran y que encima clasifican a la cantante de 'petarda'. Soraya no lo va a ser menos, pero por lo menos el éxito de las canciones está asegurado con unos estribillos de sobra conocidos y que además harán que las nuevas generaciones no los descubran, porque están más que descubiertos, pero sí los confirmen entre sus gustos.

La segunda entrega de esta 'reinvención' de los clásicos de la música 'disco' y 'spaghetti' acaba de salir al mercado bajo el atrayente (o repugnante por culpa de la televisión) título de Dolce Vita. Y el primer sencillo hace honor a él, con una enérgica revisión del legendario tema de Ryan Paris en el que los productores han retocado la canción original (o al menos, eso parece) sin muchos quebraderos de cabeza y con un notable resultado. Los hermanos Ten (sí, los del Europe's living a celebration) se han encargado de mezclar las nuevas versiones de canciones difíciles de mejorar por la cuidada producción de los originales. Los catalanes se han defendido bastante bien conservando la esencia de los maxis de la época e incrustando detalles actuales, bases muy leves, ligeros efectos... Así, You're my heart, you're my soul de Modern Talking o Tonight de Ken Laszlo se ponen al día, junto al María Magdalena de Sandra, el Bolero de Fancy, etc... En la selección de canciones, los responsables de Vale Music han dado en el clavo con una selección (la segunda que hacen ya, tras Ochenta's) atractiva con las canciones que más pegaron y vendieron en el momento. Por su parte, Soraya (que exclusivamente se ha dedicado a poner la voz) tiene el sonido perfecto en su garganta para afrontar con éxito estas versiones, ya que su desgarradora y pasional manera de cantar encaja sin problemas en el estilo disco. Eso sí, no han podido evitar retocar su voz a través de los sintetizadores al más puro estilo disco.