13 abril 2008

Mónica Naranjo, la pantera convertida en tarántula

Tras siete años de silencio, la pantera de Figueras renace no sólo con un nuevo sonido, sino con una renovada concepción de la estética de su música

El comienzo del siglo no ha sido nada favorecedor para las divas, que han visto cómo empezaban a pertenecer a un público incierto. Después del éxito arrollador de Palabra de Mujer (1997) y de un aplaudido Minage (2000) Mónica Naranjo no levantaba cabeza. El estilo visceral y desgarrador que la había subido a lo más alto empezaba a deteriorarse y dejó definitivamente de funcionar en Chicas Malas (2001), un álbum que pretendía ser continuista con respecto a los anteriores pero que carecía de un bombazo como Desátame o Sobreviviré, temas clave del éxito de sus anteriores discos. Para colmo, el lanzamiento de la versión internacional del disco, Bad girls (2002), coincidió con una reestructuración de su compañía que hizo que el salto internacional fuese prácticamente una anécdota con algunas copias en Grecia, Rumanía o Turquía como prueba.

Paradojamente, esta última etapa decadente atrajo a otro público, entre el que me incluyo, que demandaba menos histeria y más sofisticación en su música, pero a la vez perdía a los Naranjeros más acérrimos. Para recuperar ese sector recurrió a todo lo que estuvo en su mano, llegando a hacer su cambio de look más radical en la actuación de la gala de los Premios TP de Oro de 2002 apareciendo con una cabellera rubia casi rapada y presentando su single Sacrificio. De aquellos años nos queda la elegancia de sus largos vestidos, la pose dominante y triunfadora en sus actuaciones y sus magníficas interpretaciones en las que parecía sufrir cada acorde que salía de su voz.

Pero el presente y, sobretodo, el futuro, parecen ser menos forzados. Si el recopilatorio Colección Privada (2005) cerraba una época, Tarántula va a abrir otra. La presentación el pasado martes en la gala de Operación Triunfo de su nuevo sencillo, Europa, habla por sí misma. En los tiempos que corren, en los que actuar en televisión es ponerse unos vaqueros, una camisa y plantarse delante de un micro, se agradece una puesta en escena elaborada. Y es que con Mónica no podía ser de otra manera: se subió a una plataforma elevadora absolutamente escondida en un kimono para interpretar en la penumbra el comienzo de su nueva canción. Europa empieza abajo, con un inicio lírico que va ascendiendo a diferentes escalones (más de los que asciende cualquier canción pop) en los que se van añadiendo todo tipo de sonidos (clásicos, tecno, rock...) para desembocar en un potente estribillo que significa la unión de todas esas corrientes musicales. En la actuación del pasado sábado, Mónica hizo gala de su fantástica teatralidad, pero esta vez alijerada con un modelo innovador que escondía tras el elegante kimono. Ataviada cual heroína medieval, la Naranjo se soltó el pelo y luchó con todas sus fuerzas en las batallas que a lo largo de la Historia han acontecido en Europa.

Europa no es una canción que entra a la primera, quizá tampoco a la segunda, pero es un fantástico tema, aunque con sus casi seis minutos de duración en la versión normal puede que no esté hecho para una sociedad de consumo rápido donde, si un estribillo tarda más de la cuenta en llegar, ya no interesa. En cualquier caso, el álbum, que estará a la venta el próximo martes 22 de abril, promete ser una auténtica renovación de su estilo y un soplo de aire fresco a un aburrido y monótono panorama musical.

2 comentarios:

Maite Pérez-Pueyo (Maitentación) dijo...

El tema Europa me enamoró la primera vez que lo escuché, nota a nota, segundo a segundo, el día que se estrenó en la nueva página web de Mónica. Todo está cuidado hasta el mínimo detalle: producción, vestuario, diseño gráfico, etc. Maravillosa Mónica Naranjo, ¡¡¡te damos la bienvenida, te estábamos esperando!!!

Roberto dijo...

Mónica a vuelto más cambiada que nunca, descubriendo otros registros musicales que domina con gran acierto. las fotos del disco fueron realizadas desnudas, y los vestidos que se observan fueron realizados mediante diseño informático. Un cambio, un acierto.